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Un poco de Escoma y Challapata.

  • Juanjo Galeano
  • 25 oct 2019
  • 6 Min. de lectura

De idas y vueltas a la gran ciudad de La Paz, para retomar camino a una penúltima parada en Bolivia. La Mika y otro grupo de amigos, nos habían comentado de una gran fiesta que se conmemora cada 21 de junio en toda la región. Ellos habian sido invitados para participar en una festejo muy íntimo solo para los habitantes de la ciudad, el dia anterior al solsticio de invierno. Escoma es la ciudad que nos acogía a tal ecuentro.

Luego de unas 4 hs. aproximadamente, retomabamos el mismo camino que habiamos hecho para el encuentro de Sicuris, con la diferencia de que bajamos 37 km. antes. La buceta lo habiamos tomado en la Terminal de Buses de El Alto, a 12 Bl (11.000 Gs.) por persona. Y como de costumbre, ésta no iniciaba camino sin antes completar la cantidad máxima de pasajeros.



Escoma es una ciudad de no más de 7.000 habitantes, situada al pie del Cerro Calvario Jorajoya. Se siente la diferencia del clima en esta zona, siendo esta mucha mas fria y penetrante. Asi que es recomendable llevarse abrigos para pasarla bien.


Se preserva aun las vestimentas tradicionales en esta parte de Bolivia, y como en muchas otras. Muy fuerte en las costumbres que conlleva un pueblo chiquito.


La noche se proximaba, y nos dirigíamos con el grupo de viajeros al centro de eventos de la Municipalidad de Escoma. El lugar estaba repleta de autoridades de la comunidad, distribuidas: de un lado las mujeres en un circulo hablando en aymara, tomando y fumando como de costumbre en estos eventos, todas ataviadas con impecables trajes típicos, sentadas en el piso sobre pequeños tapetes; del otro los hombres dispuestos en semicirculo con sus trajes típicos, hablando enérgicamente entre ellos en aymara, entre bebidas y fumatas. Ofreciendo ofrendas de hojas de coca junto con resos pidiendo abundancia y prosperidad.


Nosotros estabamos dispuestos entre los dos grupos, preparados con nuestros instrumentos y deleitando a la comunidad con música folclórica. Nos turnabamos cada tanto para interpretar los temas aprendidos durante el viaje: la dupla Emiliano y Aylin, Juan Coya en conjunto con Chino, Robertito, Juan y la Mica, Rene y yo; en ocaciones nos fusionabamos todo el grupo.


Entre cada pausa musical, nos invitaban a fumar y beber una bebida llamada te con te (preparación hecha de te de claiente con canela, limon en rodajas, singani que es un aguardiente de uvas y azúcar). Estaba prohibido negarse a su invitación, porque entonces se ofendían.


Esta celebración se prolongaba hasta unas horas antes de que amanezca; todos se preparaban para una larga caminata hasta la cumbre del Cerro Calvario Jorajoya. El frío de la madrugada era penetrante y calaba hasta los huesos. Por lo menos la subida al cerro aminoraba el frio, pero asi tambien si no estaba en condiciones físicas, se agitaba y debia descansar para retomar la subida.


La fiesta era aun mayor en la sima, no solo las autoridades estaban allí, sino todo el pueblo. Un imponente fuego estaba dispuesto en el centro de la sima, y alrededor las personas tirando al fuego hojas de coca como ofrenda a la Pachamama, siempre con resos a la abundancia.


Entre cánticos y música (nuestro grupo descansaba y daba paso a una agrupación que habia contratado la comunidad) se celebraba el Inti Raymi.


Presenciamos el sacrificio de una llama, para mi en particular me resultaba chocante ver al animal sufriendo, pero uno solo puede adaptarse a las costumbres que se vienen arrastrando de generación en generación.


Esta parte de la celebración finalizaba con vitores de los expectadores, observando como timidamente se asoma el sol en el horizonte. El esperado inicio del solsticio de invierno daba pie a un periodo de fructifera cocecha y abundancia para las tierras bolivianas.


El Inti Raymi celebracion en honor al Inti (Dios Sol) que se conmemora cada solsticio de invierno (24 de Junio). Lo celebran comunidades que conforman los paises andinos: Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Norte Argentino. Instituida por el Inca Pachacutec en la decada del 1430 DC, como parte de la reorganización política-administrativa.


Según relatos, el Inti Raymi significa que el Dios Sol renacía para dar inicio al nuevo ciclo anual. En épocas anteriores, esta celebración duraba 15 dias en las cuales había: danzas, ceremonias y sacrificios. Hasta el día de hoy mantienen esa costumbre de celebrarlo en gran parte del territorio andino.



La fiesta seguía continuando en la plaza de armas con danzas tradicionales interpretadas por los pobladores.


Tanto jóvenes como adultos, nos deleitaban con sus danzas al son de la música folclórica, en plena calle, cerradas para dar paso a las celebraciones.


Una vez finalizada las celebraciones, nuestro amigos viajeros nos permitieron compartir casa, en un pequeño pueblo ubicado al costado mismo de Lago Titicaca. Ellos ya estaban quedandose semanas atras en esta pequeña ciudad, gracias a la calidez que caracterizan a los pobladores de esta zona, ofreciendolos una casita para aprovecharla y darnos techo.


Borandeando el río, Challapata queda a unos 6km. de Escoma. Uno puede llegar hasta el lugar en taxi, moto o caminando. Pero esas largas caminatas valieron la pena, cada detalle que se observa en el camino: desde los codos que forman el rio, las diferentes especies de aves que sobrevuelan en el lugar, los transeuntes haciendo su vida pasifica y sin preocupaciones. Es como que el tiempo se detuviera en ese momento, generando una conexión entre el lugar y uno mismo.


A lo largo y ancho del camino se observan plantaciones de trigo, cebada, papas, avas, etc. de acuerdo a las estación.



Gran parte de la sustentabilidad de este pequeño pueblo se debe a la cocecha de alimentos, de acuerdo a la estación de plantación; y la otra mitad a la pesca en el lago Titicaca.


La mayor parte de la población de Challapata esta conformada por personas de la tercera edad, ellos mismos se encargan de cocechar los frutos que ofrece la tierra de acuerdo a lo que hayan plantado. La mayoría de los hijos, migran a La Paz u otras ciudades grandes fuera o dentro de Bolivia para trabajar y de esa forma obtener una segunda oportunidad de sustento familiar.


Es de adminirar como Efrain Yujra, médico de la zona, con gran pasión apoyaba a las labores sanitarias del pueblo. Ofreciendo visitas matutinas a los adultos mayores y cuidando de ellos para obtener asi una mejor calidad de vida.


En una oportunidad nos tocó a Mica, Juan y yo ayudar a cocechar papas a una mamita de avanzada edad. La tarea no es nada fácil, con paciencia y perseverancia ibamos escarbando la tierra para recoger los frutos de la tierra.


En la gran mayoria de los servicios que ofrecíamos, nos recompensaban con abundante plato de comida, desayuno, merienda o algún artículo que nos sirviera para cocinar en el lugar donde nos hopedabamos.


A menos de 1 km. de distancia de donde nos hospedabamos, estaba el magico lago Titicaca. Gran parte del año, el clima es fria y húmeda, por lo que resultaba complicado darse un chapusón.


Vivimos gran parte de tiempo con los hermanos viajeros, y resultaba difícil una vez mas reanudar viaje para cada uno. Pero era justo y necesario que asi lo fuera, para retomar de nuevo las rutas que a cada uno tocaba empreder. El Chino, Robertito y Juan desidieron subir a Peru ya!, siendo que la fecha de estadía se le estaba acabando y debían estar fuera del país.


No esta por demás decir, que la estadía en Challapata me resultó gratificante. Conociendo a personas que con pasión cuidan a los más vulnerables o la calidez con que tratan a uno, ofreciendo ayuda de cualquier tipo, características típicas de las pequeñas ciudades.


Siendo temporada de migración de flamencos, logramos ver a unos cuantos descansar en el lago.



Esta foto fue la última que había tomado en Escoma, yo en espera del trasporte para emprender viaje a Copacabana.


Mica y Juan fueron los últimos en abandonar la casita que nos habian prestado en Challapata. Tuvieron que pasar casi medio año para volver a reecontrarnos en Ecuador, más fortalecidos, cientos de historias por contar y mucha experiencia de vida por compartir.

RESUMEN

  • Costo del pasaje hasta Escoma,a 12 Bl (11.000 Gs.), sale desde la Terminal de Buses de El Alto.

  • Llevar ropa abrigada, zona con bajas temperaturas.

  • En lo posible llevar alimentos no perecedores, precios elevedos en la zona.


  • Km. Recorridos: 3.502

  • Días: 109

  • Fecha: Junio - 2017

  • Lugar: Escoma, Challapata - Bolivia

  • Gastos Pasajes: La Paz a Escoma 12 Bl (11.000 Gs.)

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