Yungas boliviana "Coroico"
- Juanjo Galeano
- 11 may 2019
- 5 Min. de lectura
A 90 km. de La Paz, se encuentra la ciudad de Coroico, inmersa en las yungas (bosque andino o selva de montaña), al este de la Cordillera Oriental de los Andes.
El camino se abre paso entre las montañas nevadas, dando una transición entre el altiplano, de aspecto mas arido y el amazonas, con una exuberante vegetación.
Transitar entre medio de estas colosales montañas, da a uno la sensación de ser nada, comparando la inmensidad de la naturaleza dispuestas al deleite del ser humano.


El viaje hasta la ciudad, tiene una duración de 2 a 3 hs, tomando el bus en la Terminal Provincial Minasa - Yungas. Hay que tener en cuenta que en La Paz existen diferentes terminales de acuerdo a la zona que uno quiera viajar, en este caso fuimos a la terminal que esta ubicada en Villa Fatima.


Al llegar a la ciudad, fuimos preguntando en que camping - hospedaje podríamos ir. Nos recomendaron Camping Franklin, para llegar al lugar fue toda una odisea, siendo esta la primera vez que pisamos esta ciudad, nos resultaba mas complicada las ubicaciones. A medio km. de la plaza central ubicamos este camping. Nos costo 5 Bl(4.608 Gs) armar la carpa bajo un techo preparado por día.

La vista desde el camping es única, una vista panorámica de las cordilleras, y en ella pintaban los caminos y ríos sinuosos cargada de selva.


A unos 1.500 m. de altura, con una clima cálido casi todo el año. El único problema para estas zonas subtropicales son los jejenes (ñeti), que si no se toma precauciones para que piquen, puede ser perjudicial para la salud, como en mi caso.


El senderismo en esta ciudad es obligatoria, teniendo a disposición esa vista privilegiada que solo se dan en este tipo de regiones.

A unos 6 Km. de la Ciudad, esta ubicada el Cerro Uchumachi, de unos 2.480 m de altitud. Una larga caminata para llegar a la sima, pasando por una exuberante vegetación y raíces entramadas que cubren el camino. Los pobladores contaban historias de que en el camino, se percibían constantes movimientos entre las raíces expuestas y que el camino tenia su mística.

No es tan fácil si uno no está preparado para tales retos, con sus caminos empinados y en algunos tramos con posibilidad de trepar para continuar. 4 hs. aproximadamente lleva esta subida, a un ritmo relajado.

Pero llegar a la sima tiene su recompensa, la vista es única y se observa un sinfín de montañas selváticas entrelazadas entre si, generando satisfacción al apreciar tremenda creación. Lo malo fue que me dieron ganas de vomitar, sera por el choque de altitud?, ya que mi cuerpo todavía estaba en proceso de adaptación, nose.

La bajada se hace mucho mas fácil. En menos de 2 hs. uno ya esta de nuevo recorriendo los corredores de la ciudad.

El recorrer estos caminos, despertó en mi ganas de seguir conociendo y aprendiendo, aun siendo un novato en materia de viajero o trotamundos. Admirar el mundo desde otra perspectiva, trasforma la manera de pensar de si mismo y de los demás, todavía sigo buscándome, pero esta experiencia implica mucho para cambiar por lo menos en algunos aspectos de mi vida.

En Coroico empezaron a aparecer personas que tenían los mismos ideales viajeros: como la Nuria, una Española que vino a conocer Sudamérica, seguí compartendo con ella parte del tiempo en La Paz. Sebastian, el rastas chileno (hoy dia ya no las tiene). Bruno, un bonaerense buena onda, llegué a compartir muchas ocaciones en diferentes puntos de Bolivia y Perú. La Aylin, tremenda mujer, tremenda voz, tremendo talento, no me quedó claro si era argentina o boliviana (perdón Aylin, pero me hubiera gustado conocerte mas a fondo), o se me mezclaron las historias.

El Vito y Diego, maestros chilenos en el arte sobre tela. El parcero Edison, sorprendiendo siempre con sus historia y sabiduría. Y como olvidar a Cristian, Nicole y Javiera, chilenos con quienes emprendí viaje de vuelta a La Paz. Y la Mica, mujerona de rastas con una personalidad bien definida pero extremadamente dulce (extraño esos abrazos negra). Bueno, y muchos otros personajes por mencionar que hicieron llevadero la estadía en Coroico.

Era genial ver a las mamitas cosechar en sus andenes predispuestas en las colinas, lo que mas observaba eran plantaciones de coca, material altamente comercializada y consumida por los bolivianos, ya sea mascando, en infusiones de te, y otros métodos de consumo natural. La hoja de coca tiene una importancia ancestral entre la naturaleza y el hombre, utilizada en muchos rituales a la Pachamama. En la mayoría de los países andinos, son utilizadas y comercializadas en cierta cantidad de toneladas, evitando así su mal uso para la producción de cocaína, terrible utilización que ensucia a este legado. De la misma forma que la yerba mate aporta valor cultural a paraguayos y otros países de uso común, también la hoja de coca mantiene este valor a países andinos, generando en ellos un sello patrimonial en su cultura.

Y siguiendo con los lugares que visitar, menciono a los saltos que van apareciendo a lo largo de la caminata rumbo a Coripata. Llegar hasta el ultimo salto lleva aproximadamente unas 2 hs. de caminata, y 30 min. en minibus, que sale desde la plaza principal de Coroico.

La primera cascada es pequeña, de libre acceso, no sabría definir que altura tiene.

La segunda es mas grande, de unos 50 m. de altura, la comunidad de San Jacinto construyo una pequeña represa para alimentar una pileta al aire libre, para acceder a este lugar se debe abonar 3 Bl (2.700 Gs), pero si quiere apreciar el salto, es posible hacerlo desde la carretera.

El ultimo salto llamado "Cascada Jalancha"es inmensamente alto, llegando a unos 100 m. También se debe abonar 3 Bl, ya que se camina un cierto tramo, señalizado por los propietarios del lugar. El agua cae con tanta fuerza que genera rafagas de viento cambiando el ambiente en un lugar frío y húmedo. En la base de la caída, al igual que la segunda casada, fue construida una pileta.


No solo las personas viajan, existen animales que acompañan a sus dueños viajeros. En este caso conocí a Kuri, que viajaba con Sebastian. Llegando a La Paz, esta se escapo.

Casi todas las mañanas, este era el panorama que se mostraba en Coroico. Las nubes trepando sobre las quebradas cubiertas por la vegetación, bajo el eterno verano que se vivía en la ciudad. La abundancia en frutas y verduras era excepcional, durante las caminatas teníamos a disposición todo tipo de cítricos, bananos y otras frutas de estación.

Perdí la cuenta del tiempo que me habia quedado en Coroico, creo que fueron 3 semanas; y si que pasaron rápido. Una vez mas retomaba el camino a La Paz, con los amigos chilenos, motivado siempre por las ganas de seguir viajando y conociendo.

RESUMEN
Los buses salen de la terminal hasta las 20hs.
Utilizar ropas mangas largas para evitar picaduras de jejenes.
Si fueron picados por los jejenes, orinar la zona afectada para detener hinchazon.
Camping Franklin: 5 Bl(4.608 Gs) por persona camping, 10 Bl (9.200 Gs) Habitaciones. Con ducha, cocina/comedor.
Caminatas a los 3 saltos, camino a Coripata. 2 hs. a pie, 30 min. en minibus.
Otros lugares turisticos: Pozas del Vagante, Charobamba, Tocaña, La Ruta de la Muerte.
Km. Recorridos: 2.516
Días: 19
Fecha: Marzo - 2017
Lugar: Coroico - Bolivia
Gastos Pasajes: La Paz a Coroico 10 Bl (9.180 Gs.)
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